Buenas, soy yo, he vuelto.Vuelvo por petición popular. Un 50% de mis lectores, o sea, 2 o 3, exigen que continúe contando tonterías aquí. Y aquí estoy, con mi alma desnuda delante del teclado dispuesto a contaros cosas profundas. Porque yo tengo una rica vida interior, sabíais? sí, sí... Debe ser realmente interior porque no se me ocurre qué escribir. Veamos... creo que la última vez que actualicé el blog fue en diciembre y estamos en marzo. Pues no me ha pasado gran cosa, la verdad. Y es que Finlandia en invierno, en el largo y frio invierno finlandés, está simplemente muerta. O aparentemente lo está. O yo lo estoy. Sí, hablo en presente a pesar de que se supone que estamos casi en primavera, porque me acabo de levantar y veo nevar por la ventana. Las calles siguen llenas de placas de hielo y yo no gano para comprarme guantes. Eso sí, los días son más largos y de vez en cuando ya se ve el cielo azul. Hay más luz y eso no os podéis imaginar cuánto lo agradezco. Se acabó la penumbra invernal. Y realmente debe estar llegando la primavera porque se ven más minifaldas y más escotes. En todos los países son las mujeres las que deciden cuándo se acaba el invierno. Un día ellas deciden que están hartas de frío y empiezan a ponerse minifaldas y a enseñar generosas porciones de su cuerpo y entonces la primavera no tiene más remedio que llegar para que el mundo siga teniendo un mínimo de coherencia. Hay cosas que han cambiado. Cosas realmente importantes. El Loose, el bar del que siempre he hablado, cerró. Bueno, no cerró, cambió de lugar. Cerraron el antiguo local y abrieron uno nuevo cerca de donde trabajo. Lo único que se mantiene igual que el viejo Loose es el nombre y algún camarero. Pasó de ser un bar pequeño, con clientela fija, donde podías hablar con los camareros y fácilmente podías conocer gente nueva y charlar tranquilamente con alguien, a ser un local con portero en la puerta, guardaropa obligatorio, sala de conciertos, colas interminables en la puerta y lavabos limpios. Y eso, he ido dos veces. No he vuelto.
Y ya está... me he pasado el largo invierno dibujando. Del trabajo a casa y en casa vuelta a trabajar. Unos días para Virtual Toys haciendo personajes y otros haciendo cosas mías y haciéndome una nueva web con material nuevo para buscar trabajo de freelance editorial o algo así. Ya veremos.
Y ahora me voy a duchar y me voy a dar un paseo, que parece que se ha abierto el cielo y se ve algo de azul por allí arriba.
Y aquí os dejo una foto que tomé ayer en el puerto. Está congelao. Esto es inhumano chic@s