enero

Hace calor. Estamos a -12. Hace bueno. Un par de días atrás estábamos a -20, así que hoy hace un calor de la hostia. He cogido una gripe de caballo y llevo tres días metido en casa. No, miento, ayer salí porque estaba agobiao de estar encerrado y nada más salir pegué un patinazo en el hielo y me caí de culo. Di media vuelta y volví a casa. Mi vida es así. Excitante. Llena de aventuras y peligros. Llamadme Indiana.
Estuve en Barcelona por Navidad. No se por qué digo esto, porque los cuatro que os leéis este blog ya lo sabéis y estuvimos cenando y tomando copillas y riendo un poco y charlando de la vida y esas cosas. Y volví a Helsinki para nochevieja. New Year's Eve que dicen los bárbaros. Y se vino Pablo y por aquí estuvimos cenando, tomando copillas, riendo un poco y charlando de la vida y esas cosas. Y ahora claro, ahora, después de no parar de hablar espanyol desde navidad en Barcelona y después con Pablo en Helsinki, hasta el otro día que se volvió a Barcelona, pues eso, joder, que otra vez inmersión total en mi vida de inmigrante. Bueno, es lo que hay. Tervetuloa Suomi.
Y eso... estoy en slow motion, pensando qué hacer con mi vida, como siempre. Y tengo la sensación que es la vida la que no sabe muy bien qué hacer conmigo. Nada nuevo. Llamadme Kierkegaard.
Y ya está. Me sueno la nariz, acabo el café con leche y cierro. Feliz Anyo Nuevo.