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La maleta está hecha encima de la cama y la habitación más o menos limpia. Por el portátil suena Juliette and the Licks a toda leche. Hannah está dando vueltas nerviosa por el piso como una loba encerrada. Andrea tenía cara de preocupación y una cerveza en la mano y se ha ido dando un portazo. No tiene trabajo. Debería limpiar mi habitación pero no me da la gana,
no me apetece. En el edificio de enfrente veo como mis vecinos preparan una cena con amigos. Un pikkajoulu más. Un piso más abajo una chica intenta convencer a un ninyo de que coma. Las margaritas del balcón se murieron un mes después que yo llegara a este piso. Siguen muertas. Es lo que tiene la muerte, que es permanente. Mi mesa está llena de dibujos a medio hacer y una lata de Karhu a medio beber desde hace dos semanas. Los armarios del lavabo están medio vacíos de champús y pastas de dientes. Los cepillos de dientes están en las maletas. Todas mis pertenencias en esta vida caben en una maleta. Y me sobra espacio.
Vuelvo a casa por Navidad. Todos volvemos, todos estamos nerviosos y con ganas de salir de aquí.
No he escrito mucho últimamente. He pasado una época rara. Etapa de reflexión. Y he cambiado cosas de mi vida aquí. No más guetto de extranjeros. Es realmente fácil acabar teniendo solo amigos extranjeros cuando tú lo eres también. Y es tremendamente fácil acabar hablando siempre de lo fantásticos que son nuestros paises y de lo mal que se vive aquí. Bastante estúpido mortificarse con las comparaciones y nostalgias idealizadas. Además, si no te gusta ya sabes dónde está el aeropuerto, no obligan a nadie a estar aquí. Desde hace tiempo me junto con finlandeses. Hay algún extranjero pero al igual que yo, evitan la típica conversación de estereotipos nacionales y gilipolleces por el estilo.Y estoy mejor. Me hace sentir mejor.
Manyana por la manyana estaré en Barcelona de nuevo. Un poco de luz y risas y de vuelta a casa. A Helsinki.
Por cierto, he perdido casi todos los teléfonos. Si me queréis llamar para unas tapillas cuando esté en bcn tiene que ser a estos números:
+35 8451131505
+35 8442085518:-)
Hyvää Joulua!
Cada vez que conozco a alguien se repiten las mismas preguntas: "De dónde eres?"; "por qué estás aquí?"; "te gusta Helsinki?"... y luego, sorprendentemente para mi, una afirmación "A mi me encantan los Serrano"
Todo el mundo conoce la serie y les encanta. Siempre me dicen que saben muchas más cosas de la cultura espanyola gracias a ella. Sólo espero que sea una buena serie. O___o

Reaparecí... ya, ya se... no actualizo esto demasiado últimamente, pero es que no me apetece escribir mucho para contar batallitas. Aún así, venga, vamos allá.Estoy en la cama, todavía con el portátil de la empresa y los vecinos de arriba están en plena fiesta vikinga. No se qué cojones deben estar haciendo pero por el ruido deben estar dándose de cabezazos contra el suelo los muy animales. Deben ir cocidos de salmiakki y minttu. Los vecinos de abajo están de reformas. Son turcos y hacen las reformas por la noche los muy hijos de Saladino. Por el tiempo que llevan a martillazos deben estar haciéndose un hammam con capacidad para doscientas huríes. Deben ir cocidos de falafel.
La semana pasada fue Pikkajoulu. Son como las cenas de Navidad en Espanya pero un mes antes y más borrachuzos. La empresa donde curro alquiló un bungalow en la montanya para celebrarlo allí. Cuando me enteré que no venía ninguna chica le dije a Niklas (jefe) que pasaba queteniamediogripeyuntrabajopendienteylacabezauycomomeduelelacabeza. Me vino al rato y me dijo que una leche, que yo tenía que ir. Y fui por supuesto, no tengo personalidad ninguna. Y ala, el viernes nos fuimos a las tres de la tarde dirección Espoo. Pero cuando llegué por la manyana al trabajo ya tenían preparado el glöggi. Es un vino con especias que se toma caliente. Está bueno. Pero como que apetece más un café con leche por la manyana conyo.
Y eso, a las tres nos fuimos todos los machotes del estudio al bungalow. Diez tíos. Sólo faltaba de música de fondo el "in the navy" de Village People.
Y bien,bien. Estuvo divertido. Se trajeron una mesa de póker profesional y la playstation con el guitar hero y el singstar. Lástima que se olvidaran la guitarra y el micrófono :-) Y aparte de eso había más de 150 botellas de cerveza, garrafas de vino y una cantidad indefinida de botellas de vodka helado, salmiakki, glöggi y otras bebidas que no recuerdo el nombre. Para 10. Jaskka estuvo cocinando, primero una ensalada y luego a las doce se puso a hacer cordero. Estaba bueno. Es buen tío el Jaskka.
Y ya está. Yo me fui a la cama a la una y media cuando Matt se cayó en redondo después de inflarse a vodka y ganar al póker y los demás estaban discutiendo bastante acaloradamente algo de la empresa. Y antes de que me obligaran a meterme en la sauna me fui a dormir. Y no se... estuvo bien. Me gustó verlos en otro ambiente y borrachos, que siempre son más simpáticos. Pero como no bebí, no juego al póker y no hablo finlandés, busqué una cama y me dispuse a dormir. A eso de las cinco de la manyana se oían gritos. Según me dijeron siguieron latradición: vodka, sauna, correr en pelotas en la nieve, banyo helado, más vodka, sauna y así hasta el infinito.
Y ese fue mi pikkajoulu. Tuve otro más divertido pero lo dejo para otra ocasión. Y chicos, no se... es difícil ser un guiri, pero no me caen especialmente mal los finlandeses. Hay de todo... pero estoy conociendo gente que me gusta :-)Y ala, unas fotos del sitio donde hicimos el Pikkajoulu. Estoy enamorao de los bosques fineses. Sí, eso que se ve blanco en una de las fotos es un río helado.


